El dictado es una actividad que implica la escucha activa y la escritura, lo que lo convierte en un ejercicio completo para el desarrollo del lenguaje escrito. Al presentar a los niños fragmentos de texto para que los escriban, están practicando la ortografía de palabras individuales, la estructura de las oraciones y la cohesión del texto en su conjunto.
Además de mejorar las habilidades lingüísticas, el dictado también puede ser una herramienta para fomentar la imaginación y la creatividad. Al escribir fragmentos de historias o descripciones detalladas, los niños tienen la oportunidad de visualizar escenas y personajes, lo que puede inspirar su propia escritura creativa.
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Fragmento del capítulo "Una Merienda de Locos" de "Alicia en el País de las Maravillas" de Lewis Carroll
Habían puesto la mesa debajo de un árbol, delante de la casa, y la Liebre de Marzo y el Sombrerero estaban tomando el té. Sentado entre ellos había un Lirón, que dormía profundamente, y los otros dos lo hacían servir de almohada, apoyando los codos sobre él, y hablando por encima de su cabeza. "Muy incómodo para el Lirón", pensó Alicia. "Pero como está dormido, supongo que no le importa."
La mesa era muy grande, pero los tres se apretujaban muy juntos en uno de los extremos.
"¡No hay sitio!" se pusieron a gritar, cuando vieron que se acercaba Alicia.
"¡Hay un montón de sitio!" protestó Alicia indignada, y se sentó en un gran sillón a un extremo de la mesa.
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Este fragmento ofrece una oportunidad perfecta para practicar la ortografía de palabras desafiantes, como "almohada", "apretujaban" e "indignada", así como para entender la estructura de las oraciones y el humor del texto.
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–¿Qué día del mes es hoy?– preguntó el Sombrerero a Alicia.
–El cuatro.– contestó Alicia.
–¡Dos días equivocados!– suspiró el Sombrerero. –¿Qué pasó con el primero?
–¡Ay, me temo que eso no puedo decirlo!– contestó Alicia.
–¿Y qué le sucedió al tercero?– preguntó el Sombrerero.
–¡Eso sí puedo decírtelo!– exclamó Alicia triunfalmente. –¡Fue mi cumpleaños!
El Sombrerero hizo una reverencia profunda y exclamó: –¡Un muy feliz no cumpleaños para ti!"
Este fragmento, lleno de juegos de palabras y situaciones absurdas, no solo proporciona más material para practicar el dictado, sino que también ilustra el estilo humorístico y fantasioso de Lewis Carroll. Al trabajar con fragmentos como este, los niños pueden disfrutar no solo de la práctica de la escritura, sino también de la exploración de la creatividad y la imaginación en el mundo literario de "Alicia en el País de las Maravillas".
Al utilizar fragmentos literarios en el dictado, los niños no solo mejorarán sus habilidades lingüísticas, sino que también desarrollarán un amor por la literatura y la lectura. Además, al interactuar con personajes y situaciones imaginativas, se les anima a expresar su propia creatividad en la escritura.
