Mujer triste y pensativa

La búsqueda de un embarazo puede ser un camino lleno de desafíos, tanto físicos como emocionales. A continuación, compartimos historias reales de mujeres que han enfrentado obstáculos en su deseo de ser madres, con la esperanza de ofrecer apoyo y comprensión a quienes se encuentran en situaciones similares.

El viaje de Marta: Descubriendo obstáculos inesperados

Marta Peñate, conocida por su participación en programas de televisión, comenzó en 2022 su camino hacia la maternidad junto a su pareja, Tony Spina. Tras intentos fallidos, decidió someterse a pruebas de fertilidad, donde descubrió varias complicaciones:

  • Útero doble: A los 32 años, Marta se enteró de que tenía dos úteros y dos cuellos uterinos, una condición que desconocía hasta entonces.
  • Virus del papiloma humano: Durante las pruebas, le diagnosticaron este virus con células precancerígenas, lo que añadió más preocupación a su situación.
  • Hidrosalpinx: Una obstrucción en las trompas de Falopio que le impedía concebir de manera natural, llevándola a someterse a una cirugía para su extracción.

A pesar de estos desafíos, Marta y Tony no se rindieron. Aunque enfrentaron un embarazo ectópico que requirió intervención quirúrgica, Marta compartió con sus seguidores que aún les quedan tres embriones para futuros intentos. Su determinación y esperanza son un ejemplo inspirador para muchas parejas.

La historia de Marta: Aceptando la ovodonación

Marta, de 39 años, y su pareja intentaron concebir durante varios años sin éxito. Después de tres intentos fallidos de fecundación in vitro (FIV), consideraron la ovodonación, una técnica que implica el uso de óvulos donados. Aunque al principio Marta se mostró reticente, finalmente decidió intentarlo. Hoy, es madre de una niña de 9 meses. Sin embargo, el proceso no fue fácil:

  • Coste económico: Entre tratamientos, pruebas y medicación hormonal, la pareja gastó alrededor de 18.000 euros.
  • Impacto emocional: Marta experimentó sentimientos de culpa y rechazo hacia su propio cuerpo, lo que la llevó a buscar apoyo terapéutico para aceptar la ovodonación.

Su experiencia destaca la importancia de la salud mental durante los tratamientos de fertilidad y la necesidad de apoyo emocional.

Isa y su pareja: Enfrentando pérdidas y tomando decisiones difíciles

Isa, de 43 años, y su marido comenzaron su camino hacia la paternidad en 2018. Tras dos abortos espontáneos y tres intentos fallidos de FIV, decidieron detener los tratamientos por el bien de su salud mental. Su recorrido estuvo marcado por:

  • Pérdidas recurrentes: Los abortos espontáneos fueron experiencias devastadoras que afectaron profundamente a la pareja.
  • Desafíos económicos: Los tratamientos de fertilidad representaron un gasto significativo, estimado en unos y 15.000 euros.
  • Necesidad de apoyo: Buscaron terapia para procesar el duelo y aceptar la posibilidad de no tener hijos biológicos.

Isa enfatiza la importancia de eliminar las largas listas de espera en la Seguridad Social para tratamientos de fertilidad y de brindar un mayor apoyo a las parejas en situaciones similares.

Patricia, 37 años: Superando la menopausia precoz

Patricia fue diagnosticada con menopausia precoz a los 34 años, lo que indicaba una baja reserva ovárica. Su ginecóloga no le recomendó la vitrificación de óvulos en ese momento. Aconsejada por una amiga, decidió acudir a una clínica de fertilidad, donde optó por la preservación de óvulos mediante dos ciclos de estimulación ovárica. Aunque se obtuvieron pocos óvulos, estos eran de buena calidad. Dos años después, Patricia decidió desvitrificar sus óvulos y se quedó embarazada en el primer intento. Su caso resalta la importancia de la preservación de la fertilidad y la calidad de los óvulos, incluso en situaciones de baja reserva ovárica.

Irene, 35 años: Enfrentando pérdidas gestacionales

Hace un tiempo, Irene experimentó su primera pérdida gestacional debido a un aborto involuntario de pocas semanas. Aunque sabía que estaba embarazada, la ilusión era inmensa. Lo que más le dolió fue que su marido no comprendiera inicialmente su tristeza, lo que la hizo sentir muy sola. Tras comunicarle sus sentimientos, él le brindó el apoyo necesario. Dos meses después, Irene volvió a quedarse embarazada, pero en la ecografía de la semana 12 detectaron una anomalía que indicaba que su hija no tenía diafragma, lo que significaba que moriría al nacer. Le recomendaron interrumpir el embarazo, lo que fue un proceso extremadamente doloroso. Irene destaca la importancia de tratar estas situaciones con sensibilidad y de brindar apoyo emocional a quienes atraviesan pérdidas gestacionales.

Consejos para afrontar las dificultades en la búsqueda del embarazo

Enfrentar problemas de fertilidad puede ser abrumador. Aquí te ofrecemos algunos consejos para manejar este proceso:

  1. Acepta la situación: Reconoce y acepta las dificultades que estás enfrentando. Esto es el primer paso para abordar el problema de manera efectiva.
  2. Mantén una actitud positiva: Aunque es natural sentirse desanimada, intenta enfocarte en los aspectos positivos y en las opciones disponibles.
  3. Sé realista y date tiempo: Entiende que los tratamientos de fertilidad pueden llevar tiempo y que cada caso es único. No te presiones con plazos estrictos.
  4. Apóyate en tu pareja: La comunicación abierta y el apoyo mutuo son esenciales. Enfrenten juntos los desafíos y tomen decisiones en conjunto.
  5. Busca apoyo profesional: Consultar con especialistas en fertilidad y terapeutas puede proporcionarte orientación y apoyo emocional durante el proceso.

Estos consejos pueden ayudarte a manejar el estrés y las emociones asociadas con la búsqueda de un embarazo.

Reflexiones finales

Estas historias reflejan las diversas dificultades que muchas mujeres enfrentan en su deseo de ser madres. Cada experiencia es única, pero comparten elementos comunes: Desafíos médicos, impactos emocionales y la necesidad de apoyo.

Si te encuentras en una situación similar, recuerda que no estás sola. Busca apoyo en tu entorno, consulta con profesionales y, sobre todo, sé amable contigo misma durante este proceso. La resiliencia y la esperanza pueden ser tus mejores aliadas en este camino hacia la maternidad.