La obstrucción de las trompas de Falopio pude deberse a procesos inflamatorios producidos por enfermedades de transmisión sexual, o bien a procesos inflamatorios pélvicos.
La obstrucción se puede dar en distintos niveles:
- Cornual: parte de las trompas que se conecta al útero.
- Ítsmico: zona más delgada de las trompas.
- Ampular: parte final, en forma de embudo.
- Fímbrico: las fimbrias son las proyecciones que se encuentras por encima de los ovarios encargadas de recibir al óvulo.
Es un problema que se puede solucionar, pero hay que evaluar el grado de obstrucción, el daño producido al sistema y el tamaño.
No suele presentar síntomas significativos. Algunas mujeres pueden tener dolor pélvico, abundancia de flujo vaginal, pero nada concluyente.
Generalmente son los especialistas los que informan a la pareja de la posibilidad de padecerlo, pues deben descartar esta patología cuando la pareja acude por problemas de infertilidad. Antes de iniciar ningún tratamiento, es indispensable confirmar si hay obstrucción de las trompas.
La prueba para diagnosticarlo se denomina histerosalpingografía. Consiste en una radiografía del útero y de las trompas con un medio de contraste que se inyecta a través del cuello uterino.
Se realiza la prueba como si de un exámen vaginal se tratara. Se coloca un catéter en el cuello del útero para que pase el contraste, que llenará cuello y trompas. De este modo las estructuras se podrán contemplar perfectamente en las radiografías.
Una vez finalizada la prueba muchas mujeres sufren dolores importantes de tipo menstrual.
Se prescribirán antibióticos para evitar infecciones.
Para prevenir este problema, debemos tener en cuenta:
- Uso de ropa interior de algodón o fibras naturales.
- Evitar el uso de desodorantes íntimos.
- Mantener una buena higiene íntima.
- Utilizar preservativo en las relaciones sexuales si no se tiene pareja fija.
- Control ginecológico regular.
- Observar cualquier alteración en las secreciones vaginales, así como cualquier dolor novedoso o anómalo.