Evitar:
Frotar o tirar demasiado el cabello.
Abusar de permanentes o de tintes.
Interrumpir bruscamente un tratamiento (anticaspa).
Peinarse contra de la dirección de la cutícula.
Exponerse demasiado al sol (daña la queratina).
Uso de planchas y/o secador.
El estrés, insomnio, mala alimentación, cigarrillos.
Recomendaciones:
Lavado 2 o 3 veces/semana, enjuagar bien.
Preservar la forma física general.
Mantener una alimentación equilibrada.
Usar productos según el tipo de cabello y sensibilidad del cuero cabelludo.
Activar la circulación en el cuero cabelludo (cepillar diariamente)
Usar champús con tensoactivos suaves. Los detergentes en si son irritantes.