Conoce y cuida tu piel
Antes de aplicar cualquier tratamiento a nuestra piel debemos saber qué tipo de cutis tenemos y cómo podemos cuidarlo.
Aunque existen matices, se puede decir de forma genérica que existen tres tipos de pieles: grasa, seca y normal o mixta. Algunos especialistas añaden un cuarto tipo, que es la piel sensible, pero este tipo de piel se puede dar en cualquiera de los tres casos anteriores y más que una categoría aparte es una característica asociada a la misma.
¿Cómo puedo saber el tipo de piel que tengo?
En primer lugar tienes que saber que el concepto que se aplica para clasificar el tipo de piel es la grasa que ésta genera. Sabiendo esto resulta mucho más sencillo aclarar el tipo de piel tenemos, qué problemas es más propensa a padecer y cómo se deben tratar.
Cutis graso
Para distinguir un cutis graso debemos observar varias señales frente al espejo: suelen destacar los brillos, son pieles de poros dilatados y brillantes en exceso, comúnmente rechazan el maquillaje, que suele correrse debido a la acción de la grasa, ya que ésta forma una película donde los productos cosméticos se fijan con mayor dificultad.
¿Cómo cuidar un cutis graso?
Son pieles con una mayor tendencia acnéica en las que con frecuencia se desarrollan puntos negros, conviene tratarlas con un producto astringente, como el gel de aloe, que las protege y las nutre al mismo tiempo que reduce el exceso de grasa. No hay que dejar de hidratarlas para mantenerlas jóvenes y tersas, para ello es necesario usar una crema hidratante o hidronutritiva libre de grasa.
Cutis seco
Es justo el caso contrario del cutis graso, en este tipo de piel las glándulas sebáceas no producen suficiente sebo y la carencia de grasa da como resultado una piel áspera y mate en la que los poros están casi cerrados. Tiende a resecarse con el simple efecto del aire y en algunos casos llega a cuartearse.
¿Cómo cuidar un cutis seco?
Este tipo de pieles requiere más cuidados que el cutis graso o normal, pues tiende a envejecer prematuramente. Debemos aplicar diariamente una crema nutritiva rica en aceites vegetales (almendras, aguacate, oliva...) y vitaminas, en especial vitaminas E y A (Retinol), que combaten los efectos de los radicales libres y el envejecimiento prematuro. Tampoco podemos descuidar la hidratación, para mantener la piel hidratada es preciso aplicar una crema humectante, preferiblemente después de la ducha y con la piel aún mojada. Complementando todo esto una precaución: evitar la exposición prolongada al sol.
Cutis normal o mixto
Seguro que has oído hablar de la famosa T. La piel normal o mixta se caracteriza por un exceso de grasa en la T (frente, nariz y mentón) y sequedad en pómulos y mejillas. Es el tipo de piel que más fácil de cuidar, pues tanto la zona grasa como la seca son menos extremas.
¿Cómo cuidar un cutis mixto?
En primer lugar (esto vale para todos los tipos de pieles) procurar no castigarla demasiado exponiéndola de forma prolongada al sol o situaciones de contaminación, exceso de humos, etc. Normalmente una buena limpieza y una hidratante suelen ser suficiente, en la T un gel de aloe va bien para rebajar la grasa, y en pómulos y mejillas una hidronutritiva.
Piel sensible
Como dijimos al principio cualquier tipo de piel (grasa, seca o normal), además puede ser sensible. Estas pieles reaccionan con manchas, sarpullidos, dermatitis o rojeces ante cambios emocionales, de temperatura, situaciones de estrés, etc. Suelen ser brotes pasajeros que desaparecen enseguida, a veces también asociados a algún tipo de crema, pues son pieles proclives a las alergias.
¿Cómo tratar una piel sensible?
Para empezar procura utilizar productos hipoalergénicos, haz siempre la prueba del algodón: moja un algodón con una pequeña cantidad del producto que vayas a aplicarte, frota en la muñeca y observa si tu piel reacciona con algún tipo de brote, si no es así puedes aplicarte el producto, que ha de ajustarse a los cánones del tipo de piel que tengas y que hemos explicado en los puntos anteriores.
Algunos Consejos Prácticos para Cuidar la Piel con Aloe Vera
A veces no basta con aplicar el producto adecuado, además hay que hacerlo de la forma correcta. Siempre que emplees una crema para la cara recuerda que es importante tener el cutis bien limpio, eso lo conseguirás lavándote con un jabón neutro antes de la aplicación; para que el resultado sea óptimo te recomiendo que uses al menos una vez por semana un gel exfoliante y que te apliques una mascarilla un par de veces al mes, con eso conseguirás que tus poros estén bien abiertos y listos para recibir y absorber con facilidad.
También es importante que masajees suavemente y en círculos la zona donde te vas a aplicar la crema, además de los poros abiertos es conveniente que los capilares se activen y reciban el caudal de nutrientes. El último factor a tener en cuenta antes de aplicar la crema es usar un producto que favorezca la penetración del cosmético para su máximo aprovechamiento, para ello nada mejor que el aloe, que además de aportarte nutrientes mejorará enormemente la penetración de todos los componentes de la crema que uses, eso se debe a su alto contenido en lignina, un compuesto que acelera y favorece la absorción.
Además, el aloe podrás aplicarlo en todos los tipos de pieles como te explico a continuación:
Si tienes la piel seca mezcla un gel de aloe con aceite de oliva, aguacate o almendras dulces y tendrás una excelente nutritiva.
Si tienes la piel grasa usa el gel solo, es astringente y reduce el exceso de grasa, quizá notes una cierta tirantez al principio, si te molesta aplícate el gel después de la ducha, con la cara aún húmeda, así conseguirás una perfecta hidratación sin engrasar la cara.
Si tienes la piel normal o mixta puedes usar el gel de aloe sin mezclar, aplícalo hasta su total absorción. También puedes usar el gel de aloe con retinol para darle firmeza a la piel, masajea en una sola dirección unos instantes y verás que el resultado es visible, el aloe fomenta la producción de colágeno y tiene un efecto exfoliante por lo que también combate las manchas y las arrugas, es un auténtico multiusos.
Además de para cuidar tu piel, también puedes usar el aloe para curarla. Utiliza el gel 95% pequeñas marcas de acné, cicatrices, manchas de la cara, o cualquier otra imperfección de la piel, también puedes usarlo como gomina después de la ducha, fortalecerá tu pelo y lo mantendrá sano y bonito.
Se constante, usa tus cosméticos en combinación con el aloe y notarás los resultados.
Pedro Sánchez Torrente
Más información sobre aloe vera y sus aplicaciones cosméticas y terapéuticas en:
www.aloeysalud.com